lunes, 22 de febrero de 2010

Cutrevisión, o en qué se gastan nuestro dinero los políticos

Si digo que la gala de Eurovisión 2010 organizada, aunque sería mejor decir desorganizada por televisión española, fue lo más cutre que recuerdo ver en televisión en toda mi vida puede que me quede corto.
Ya empezó mal la elección de los cantantes cuando se le permite llegar a la final a un tal John Cobra, que como era de esperar, la lió en la gala en directo de finalistas.
Este individuo, John Cobra, es conocido en internet por sus violentos videos caseros que cuelga en youtube, y regaló a los espectadores de esta gala en directo frases como “COMERME LA POYA”, “QUE OS DEN POR EL CULO”, y cosas así. Esto nos debe hacer cuestionar el sistema que usa el festival para seleccionar a los candidatos, y demuestra que la organización no lee los mensajes que la gente deja en el foro oficial, en donde varios de ellos advertían sobre ese individuo. Toda una falta de respeto y una tomadura de pelo de los responsables del festival hacia los seguidores del mismo.
Tan sólo por lo del “John Cobra” ya sería motivo suficiente para cesar a toda la plantilla organizadora de Eurovisión. Pero la cosa no quedó ahí. Al lamentable espectáculo del “Cobra” siguieron otras muchas pifias que demuestran la poca profesionalidad y el poco interés que se le da ya a este festival:
La presentadora Anne Igartiburu, fue una penosa conductora del programa. Para empezar no supo reaccionar cuando el joven John Cobra empezó a insultar y a faltar al respeto a los espectadores, y sólo muy a posteriori Anne pidió disculpas por lo que había ocurrido. Tampoco supo imponerse a uno de los invitados que empezó a extenderse demasiado con sus saludos y gratitudes mientras que por el pinganillo la dirección le indicaban una y otra vez que le hiciera callar.
Otra de las invitadas, la cantante Rosa, tuvo que pedir varias veces la palabra para exponer sus gratitudes, y viendo como la presentadora ignoraba su petición se le escucha decir en micrófono abierto: “¿puedo hablar?... ¿puedo hablar?... pues no me deja hablar!!!, siempre me pasa lo mismo!!!”.
En otro glorioso momento de la gala, se pudo escuchar claramente a una mujer, quiero pensar que del público, gritar la frase “CALLAROS COÑO!!!”.
Para finalizar llegó el momento de las votaciones, en donde los integrantes del jurado no se coordinaban con la pantalla electrónica y la presentadora tuvo que frenarles en varias ocasiones.
En definitiva una gala cutre, improvisada y de mal gusto. Para más INRI pagada con dinero público, como otro ejemplo más de mala gestión por parte de nuestros políticos. Si estos nos han de sacar de la crisis… que Dios nos pille confesados.

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